La maquinaria ha evolucionado, pero la ropa ha quedado absoleta
ACN Solsona - Montse Cardona y Sònia Morell son dos ganaderas que han revolucionado el tradicional mono de trabajo. Cansadas de ir a la granja vestidas con ropa incómoda y pensada para los hombres, decidieron echar un cabezazo y crear una marca de ropa laboral para mujeres. Con el nombre de Monoa han dado un giro de 360 grados al tradicional mono de trabajo para hacerlo más cómodo y adaptado al cuerpo de la mujer. Es una prenda hecha con tejidos de calidad, puños en los pies para poder ponerse las botas sin agacharse y una cremallera en la cintura para poder ir al lavabo sin tener que desnudarse. "Cuando me vi haciendo pipí agachada, desnuda y con una prenda que no había evolucionado, tuve claro que teníamos que hacer algo", explica Morell.
Sonia Morell venía del mundo de la banca y de la asesoría de imagen. Sin embargo, con el estallido del covid, su padre empezó a tener problemas de salud y decidió ayudarle en la granja familiar que tienen en el Pla d'Urgell. Hacía tiempo que Montse Cardona —-habían estudiado juntas-— le decía que tenían que crear ropa de trabajo para la mujer, pero no fue hasta que acudió a la granja que vio la necesidad que había. "Fui a la granja vestida con el tradicional mono de trabajo azul. El 'tiro' del pantalón me llegaba a las rodillas y no podía caminar. Tuve que atarme un cordel en la cintura y ponerme un gorro de natación en la cabeza", describe Morell.
Sin embargo, lo peor aún no había llegado. "Cuando me di cuenta realmente del problema fue el segundo día, cuando me vino pipí mientras estaba trabajando", explica Morell. "Me encontré haciendo pipí agachada en el suelo, desnuda y con una prenda laboral que no había evolucionado. Me vino la imagen de las mujeres de antes", lamenta. De hecho, explica que "a pesar de que la maquinaria, las instalaciones y la tecnología del mundo rural han evolucionado, una necesidad primaria como es vestirse con una prenda laboral que debe llevarse cada día del año ha quedado varada". En ese momento fue cuando llamó a Montse para decirle: "tenemos que hacer algo".
"Muchas mujeres no llevan mono de trabajo porque no es práctico"
Detectada la necesidad, Montse y Sonia se pusieron a trabajar para diseñar un mono de trabajo que se adaptara al cuerpo de la mujer y fuera cómoda. Una de las cosas que tenían claras es que querían que fuera fácil de poner y sacar para poder ir al baño o cambiarse durante la menstruación. Por eso, han patentado un sistema de cremallera que permite abrir el mono por la mitad y bajarse la parte del pantalón. También han escogido un tejido agradable y suave a diferencia de la ropa del tradicional mono de trabajo, que es "áspera y dura". "Queríamos que en verano te puedas poner el mono laboral solo con la ropa interior debajo y que te sientas a gusto y protegida", explican.
Otros detalles que han añadido a la prenda son los puños con botones que permiten subir y bajar la manga en función de las necesidades. También han puesto un puño en la pernera del pantalón "para poder agacharse y ponerse las botas con facilidad" y han diseñado varios bolsillos para poder guardar elementos como el móvil. "Tiene algunas gomas y pinzas que hacen que el mono laboral quede estiloso y ajustado y que se adapte a todo tipo de cuerpos", explica Morell.
Sentirse "guapa" también en el campo y en la granja
Tanto Montse como Sonia les gusta ir bien vestidas y no entienden por qué para ir a trabajar al campo o la granja hay que ir "de cualquier manera". "La mujer siempre ha estado presente en el campo, pero iba vestida con cualquier cosa: con un chándal, un jersey o una camiseta vieja", lamenta Montse, que reivindica que las mujeres del mundo rural también pueden ir "estilosas" y sentirse "guapas". De hecho, Sonia se pregunta "por qué la mujer debe renunciar a ir bien vestida". "Hay personas que se trabajan mucho un 'look' para un día determinado, como por ejemplo una boda y, en cambio, por la ropa laboral que llevan todos los días del año no prestan atención", relata.
Mono laboral para hombres y niños
Tras reinventar el mono de trabajo para la mujer, las impulsoras de Monoa se dieron cuenta de que también había una "necesidad" para la ropa de trabajo de hombre. "Evidentemente, ellos no tienen la menstruación, pero también tienen necesidades fisiológicas", explica Morell, quien añade: "quien lleva un mono de trabajo cada día valora también otros aspectos como el tejido o que sea cómodo". Por eso, también han creado un mono laboral para hombres y una para los niños. En las familias de payés, explican, toda la familia está en la granja o en el campo y, por eso, vieron oportuno hacer también una prenda para los niños. Además, también han diseñado pañuelos para la cabeza, sudaderas y camisetas.
Fomentar la economía circular
En Monoa tenían claro que querían producir sus prendas en Cataluña y fomentar la economía circular. Estuvieron mucho tiempo buscando alguna fábrica en Cataluña que les ayudara a producir sus piezas y finalmente encontraron una en Osona, en Les Masies de Voltregà.